martes, 29 de enero de 2013

La Luna

La Luna

La Luna es una de las representaciones del Eterno Femenino, encarna tanto la feminidad de la mujer, como el lado femenino del hombre. Es la madre que nos nutre, protege y mima. Es toda figura femenina que aparece en nuestras vidas.
Es el eterno retorno. Es la señora del nacimiento y de la muerte. Voluble y cíclica, pero constante. Ella determina los ciclos que rigen nuestro cuerpo y señala el momento del apareamiento y del parto. Es como el agua, aparentemente débil, pero a la larga vence a la sólida roca que encuentra a su paso.
Ejerce una energía magnética que mueve poderosas mareas oceánicas -y perturbadoras mareas biológicas-. Por su fuerza cambian los niveles de nuestras hormonas y también nuestras actitudes. Su luz sirve para guiarse en la noche del tiempo y también en la noche interior. Si la conoces te puede guiar a casa igual que puede alumbrar tu consciencia. Es el inconsciente personal y el colectivo.
Mágica y caprichosa, representa los sueños, las fantasías y las ilusiones. Ella es todo lo que no se puede medir, pesar, ni tocar y que, sin embargo constituye la esencia de la vida. La Luna es el mundo de los sentimientos y las emociones.
Sin la Luna la tierra bailaría caóticamente. Si nosotros no sabemos asumir nuestro lado lunar nuestra vida también será un caos. Si no conocemos e integramos constructivamente las pautas lunares, seremos víctimas de nuestras propias emociones y las de los demás; traicionaremos nuestros propios sentimientos, y es probable que nuestro organismo no responda de la forma adecuada.
La Luna influye, desde distintos aspectos, sobre nuestra salud; determina el temperamento y la vocación, y da pistas muy valiosas para el desarrollo espiritual.
La Luna representa la nutrición y la alimentación como sostén de vida, pero no sólo la física, sino también la emocional, tan necesaria para una vida plena. La Luna pues, tiene mucho que ver con el cuidado del cuerpo y las emociones, primer paso para sentirnos bien con nosotros mismos y poder ser felices con los demás. El respeto y el amor hacia los demás, bien entendido, empieza por amarse y respetarse uno mismo. De lo contrario, probablemente siempre estaremos necesitando a los demás para cubrir nuestras propias necesidades o carencias.
En la astrología, la Luna representa a la infancia. Es el primer peldaño de la escalera evolutiva. Los siguientes planetas representan las otras etapas de nuestra vida: Venus, la adolescencia; Mercurio, la juventud; el Sol, Marte y Júpiter, diferentes grados de madurez; y Saturno, la vejez.
Si queremos evolucionar como individuos, tendremos que desarrollar el lado positivo de cada planeta. En este sentido, los planetas configuran una especie de escalera evolutiva que conviene subir peldaño a peldaño, y que afecta a nuestro físico, mente, psique y espíritu. En los primeros peldaños están los astros más rápidos y en los últimos los más lentos o alejados del Sol. Así, en el primer peldaño estaría la Luna, después Mercurio, Venus, el Sol, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, y Plutón. Esta escalera evolutiva no se puede subir a saltos tenemos que subir el primer peldaño, La Luna, para poder acceder a todos los demás.
Vive con las fases lunares
Cada una de las fases lunares influye de un modo diferente en nuestra vida. Además, cada una es más favorable o menos a según qué actividades. Presta atención a lo que viene a continuación y aprovecha tus conocimientos en tu propio beneficio.


Luna Nueva

El organismo esta mejor dispuesto para su desintoxicación. Por lo tanto, serán días favorables para emprender algo nuevo, sobre todo para abandonar hábitos y costumbres que pueden ser perjudiciales para nuestro organismo, como dejar de fumar. También son días bastante adecuados para quien quiera hacer un ayuno.
Psicológicamente hay más serenidad para superar cualquier carencia o eliminar algo que haya en exceso. La Luna nueva también produce grandes mareas biológicas, como la lluna llena, sin embargo, puede haber mayor autocontrol, ya que la luz de la Luna llena empuja a reacciones mas viscerales.
Consejos: Dejar de fumar. Abandonar el alcohol. Decir adiós a la bulimia. Formular un deseo para el cuerpo, los sentimientos o el amor. Desprendernos de hábitos que no sean de nuestro agrado.
Luna Creciente
A medida que la luna va creciendo en luz, el organismo también está más dispuesto a crecer y expandirse. El cuerpo lo absorbe todo en mayor cantidad o más rápidamente.
Estos son días apropiados para recuperar energías y recuperar fuerzas. El cuerpo está más receptivo y preparado para asimilar todo cuanto come, se bebe o se aplica por la piel. Por eso será más fácil engordar comiendo lo mismo que en otras fases lunares. También podemos recuperarnos con más facilidad de estados carenciales, por lo que serán días óptimos para tomar vitaminas y minerales. Sin embargo, si algo nos sienta mal o se produce una intoxicación por cualquier motivo, puede ser más exagerada y difícil de eliminar que en otras fases lunares.
Consejos: Hacer conservas. cortar el pelo y uñas si se quiere obtener un crecimiento rápido. Aplicar pomadas para la piel que está más receptiva. Elaborar ungüentos las flores y frutos tienen más riqueza. Las bebidas alcohólicas empiezan a tener más efecto.
Luna LLena
La razón y los sentimientos están más distanciados que en otras fases lunares. Se despierta el lado más instintivo del ser humano. El cuerpo está más predispuesto a retener líquidos y de ahí el conocido efecto embriagador de las lunas llenas. También hay que tener más moderación con la comida, porque el cuerpo tiende a hincharse y tiene una mayor sensibilidad. Los sueños son más intensos o coloridos y las emociones están a 'flor de piel'.
Consejos: No conviene empezar dietas para adelgazar. Tener cuidado con los posibles efectos secundarios de los medicamentos. Evitar tomarse las cosas demasiado en serio, el sentido del humor es una de las mejores terapias en esta fase lunar. Hacer el amor, por la mayor sensibilidad.
Luna Menguante
Mientras la Luna va decreciendo en luz, el cuerpo también tiene más tendencia a desprenderse de todo lo que le sobre. Todo tiende a secarse, como el cuerpo, que pierde grasa con mayor facilidad. Después de haber almacenado energías en los 14 días que la luna ha esta estado creciendo en luz, los otros 14 días que van de la luna llena o la luna nueva son buenos para usar la energía, para hacer esfuerzos y sudar. El cuerpo está más preparado para eliminar toxinas y limpiarse. Los procesos curativos destinados a eliminar algún foco infeccioso o reducir hinchazones o puntos irritados funcionarán mejor.
Consejos: Hacer deporte. Empezar una dieta, el cuerpo la resiste mejor. Beber agua en abundancia el cuerpo no retiene tantos líquidos. Hacer limpiezas de cutis y eliminar impurezas de la piel. Cortar el pelo y las uñas si se quiere un crecimiento con mayor fortaleza, aunque mas lento.
Fuente: 'El gran libro de la Luna'. Vicente Cassanya. Ediciones Martínez Roca.